CRISIS DE LA “MEDIANA EDAD” - La Gran Oportunidad

En este post descubrirás que las crisis pueden ser nuestras grandes maestras. Aprenderás a detectar las oportunidades detrás de ‘lo malo’ y a Crecer en Consciencia. ¡Abraza la Crisis!

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12/1/20237 min leer

crisis mediana edad, crisis existencia, crisis vocacional
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¡Hola!

Hoy te voy a hablar de la Crisis Existencial, que usualmente viene acompañada con una Crisis Vocacional, en la “Mediana Edad”.

Si ya leíste los posts donde te cuento mi historia, sabrás que a mí me tocó atravesarla a partir de mis 32 años –en ese momento se hizo evidente- y se extendió hasta pasados los 40s.

Te aseguro que fue una fase de mucha confusión y te diría que hasta temor. Sin embargo, las enseñanzas de vida que me regaló valieron completamente la pena.

Quizá ahora mismo a ti te esté tocando vivir algo similar. Tal vez no puedes visualizar en este momento, cómo una crisis de tal magnitud podría traerte algo positivo.

Pues la buena noticia, es que sí que puede. En este artículo te lo develaré. Sígueme!

  • ETAPA #1: LA CRISIS

Primero que todo, ¿sabes qué es realmente la llamada “Crisis de la Mediana Edad”?

Puede que tengas una respuesta, sobre todo si las has atravesado o la estás atravesando. En términos generales se le llama así a la etapa en la cual nos cuestionamos nuestras elecciones pasadas y reflexionamos sobre nuestro propósito en la vida.

La edad no es un elemento determinante, esto puede suceder incluso a edades tempranas, aunque lo más habitual es que ocurra cuando ya hemos avanzado en el camino. Lo que implica haber tomado muchas decisiones importantes en nuestras vidas, como haber formado una familia, estudiado una profesión, trabajado por varios años, tener una casa, deuda, etc.

Nuestras decisiones y las consecuencias de ellas determinan ‘la vida que llevamos’ y pronto nos vemos envueltas en una vorágine que muchas veces no nos satisface, o que incluso, nos frustra y causa infelicidad. ¿Te ha sucedido a ti?

En esta fase se agudiza un sentimiento de vacío. Una convicción cada vez mayor de que no hemos acertado en nuestras decisiones. Una necesidad de dar un giro a nuestras vidas para dotarlas de más sentido.

¿Puedes vislumbrar aquí la oportunidad de la que te hablaba antes?

Si has atravesado una crisis de este tipo, ojalá que tu respuesta sea un fuerte ¡SÍ! y que hayas trascendido transformándote en una mejor versión de ti misma.

Pero claro, esto no es tan fácil de lograr como lo es escribirlo. No te alarmes, sigue leyendo.

  • ETAPA #2 LA CRISIS CON ESTEROIDES

¡Aja! ¿Creíste que ya venía una etapa más calma? Pues la respuesta es no, pero tranquila, te aseguro que hay luz al final del túnel.

¿Por qué hablo de crisis con esteroides? Mira, la realidad es que las crisis llegan a nuestra vida con un propósito: ENSEÑARNOS.

Recuerda que estamos en este planeta para aprender y trascender, se trata de una gran Universidad. Como en cualquier centro de estudios el objetivo es ir subiendo de curso y finalmente graduarse. Pues en la vida pasa exactamente lo mismo.

Si no aprendemos algo de la forma “sencilla”, que podría ser tan natural como seguir nuestro instinto/corazón en lugar de seguir a la ‘manada’, entonces la vida nos lo enseña a través de dificultades, conflictos que re repiten y finalmente –si todavía no aprendimos- nos regala las crisis.

Te voy a dar un ejemplo de mi propia vida para que puedas aterrizar esto a tierra.

Cuando yo decidí estudiar abogacía, no lo hice porque en realidad esa fuera mi pasión,  ¡vaya, ni siquiera me gustaba!. Simplemente lo hice porque ‘se me daban las letras’. ¿Buen motivo, cierto? jaja

Estudié siete años y ejercí otros dieciséis y ¿sabes lo que pasó? Seguro que te lo imaginas. ¡Exacto! Nunca lo disfruté. Sencillamente esa no era mi misión.

Muchos años después, habiendo transitado mi propia crisis vocacional, donde por su puesto me replanteé mis decisiones profesionales, me di la oportunidad de descubrir lo que realmente despertaba mi pasión.

Tienes una idea de que puede ser? Te lo develo: Escribir.

Pero si es que escribir siempre me había gustado. Disfrutaba haciéndolo de niña y también en la adolescencia. ¿En qué momento me olvidé de eso? ¿En qué momento creí que ser “Abogado” era mejor? ¡Rayos! La vida ya me lo había dicho desde niña y yo no la escuché.

Comienzas ahora a ver las oportunidades que nos regalan las crisis?

¿¿Que aún no?? Entonces sigamos que se viene lo bueno.

  • ETAPA #3 Opción A: DESOIR A LA CRISIS

¿¿Etapa 3 Opción A?? ¿Pero qué es eso? ¡Te juro que no enloquecí! jaja

Para poder graficarlo mejor, voy a bifurcar esta etapa en dos opciones, A y B y ya te adelanto que la A es la opción mala jaja.

La opción A como la plateo aquí es la de “desoír a la crisis”. Antes te dije que las crisis vienen para enseñarnos algo, pero tal como en nuestra fase de estudiantes, tenemos la opción de prestar atención e intentar aprender o, mirar para otro lado esperando que la lección termine y podamos hacer algo más divertido. ¿Te suena?

Es natural que ante dificultades de la vida pienses que es algo negativo. Claramente nadie en su sano juicio sale a festejar en esos momentos. Sin embargo, es nuestra responsabilidad -sí, responsabilidad-, madurar para darnos cuenta de qué es lo que hay detrás de esa “mala experiencia”.

De hecho, una de las primeras cosas que comienzas a percibir cuando creces en consciencia, es que nada sucede por casualidad. (Y va un spoiler aquí: cuando creces aún más en consciencia logras percibir que el Universo –en su acepción de Fuente Inteligente Creadora- es benevolente). Así comprendes que nada, pero nada de lo que sucede en tu vida, aun lo “malo” tiene el objetivo de perjudicarte, sino el de enseñarte.

La cuestión es el grado de severidad que el Universo debe aplicar para que tu aprendas. Piénsalo, es como con un niño, con tu propio hijo si lo tienes. Si el niño aprende rápido, digamos por ejemplo a autorregularse en el tiempo permitido ante la pantalla, entonces toda ira bien y no habrá conflictos. ¿Pero qué pasa si el niño no hace caso a lo que le dices? ¿Pues que entonces comenzarás a aplicar otras metodologías de enseñanza no tan sutiles, cierto? ¡Hasta que al final vas y le desconectas el wifi! jaja

Con esta analogía te quiero mostrar cómo funcionan las cosas en nuestras vidas. O aprendes a la fácil o aprendes a la difícil. Pero espera porque hay otra opción….

¡Que no aprendas nunca!

¿Y qué pasa entonces? Sencillo, que vives una vida de porquería. Y disculpa que lo diga así de claro, pero no encuentro otra forma mejor para llamar a una vida en la que la insatisfacción es la “norma”.

Una vida en la que te conformas con la mediocridad. Una vida en la que sientes que podrías haber sido más feliz pero no lo eres. Posiblemente culpabilices a todo y a todos por tu situación, sin embargo, en el fondo sabes que la única responsable eres tú. ¡Chan!

Quieres una buena noticia? Nunca es tarde para escuchar la vocecita que te dice que hay algo mejor para ti.

  • ETAPA #3 Opción B: OIR A LA CRISIS

¡Y así llegamos a la Etapa 3 opción B! Ja ja, esto me recuerda a esos libros infantiles con finales múltiples. Bueno, ahora que lo pienso, en realidad de eso se trata la vida, de distintos destinos dependiendo de las opciones que vayamos tomando en el camino.

Como ya intuirás, las cosas serán muy diferentes si en vez de sentarte a soltar lamentación por tu “mala suerte” y esperar a que la crisis se vaya ¡de una buena vez!, tomas lo oportunidad para reflexionar acerca del aprendizaje o aprendizajes que puedes obtener de ella.

Arriba te conté sobre lo que yo aprendí acerca de mi profesión durante mi crisis vocacional. Fue entonces que me di cuenta de que lo que había estado haciendo por más de veinte años sencillamente no había contribuido a mi sensación de felicidad, ni a mi bienestar.

¿Y sabes qué? En ese momento podría haber optado por desoír esta enseñanza que emergió como una convicción indubitable. O como afortunadamente hice, oírla y obrar en consecuencia. Es por eso que ahora puedes leer este post sobre desarrollo personal y no te estoy intentando vender mis servicios legales jaja.

  • ETAPA #4 POST CRISIS

Bueno, decir ‘post crisis” es un poco aventurado de mi parte. La realidad es que la crisis como tal nunca se va. Una vez que llega es como que se ‘instala’. Pero déjame decirte de qué dos formas muy diferentes puede quedarse instalada. Desde ya te adelanto que una vez más tiene que ver con nuestra decisión de aceptarla o rechazarla.

Si la has desoído, queriendo que se vaya, entonces lamento decirte que no se irá. Quizá tu creas que la crisis por fin ya pasó porque no sientes la punzada feroz a diario.

Sin embargo, si no has aprovechado la oportunidad para cambiar ni hecho nada para salir de la insatisfacción en la que te encontrabas cuando ella se presentó, entonces en tu mente siempre permanecerá la vocecita del remordimiento que te dirá constantemente que estás desperdiciando tu vida. ¿Suena fuerte, cierto? Créeme que lo es.

¿Y qué pasa si la has oído? Entonces la crisis pasará a formar parte de tu vida como una buena consejera. Ahora ya no te abofeteará porque sabe que no es necesario para que le prestes atención.

Ahora habrás aprendido que cuando algo no resuena contigo entonces hay introspección y muy posiblemente cambios por hacer.

Y esos cambios siempre, siempre, comenzarán contigo. Recuerda que la realidad que ves allá afuera es reflejo fiel de la que vive dentro de ti.

  • REFLEXIÓN FINAL:

Mi invitación es a que le abras la puerta a la crisis, a que la veas como a una aliada. No luches contra ella, únetele.

Te aseguro que tiene más para enseñarte que cualquier otro maestro que jamás haya tenido.

No solo aprendas, sino que, además pon en práctica. ¡Evoluciona!

La vida es maravillosa, vale la pena 100% vivirla desde la satisfacción por lo que se es, lo que se hace y lo que se logra. La forma de SER-HACER y TENER lo que tu esencia te reclama es escuchar a tu sabia interior que te habla a través de tu corazón/intuición.

La crisis existencial y vocacional de la ‘mediana edad’ viene para enseñarte que algo –o como en mi caso ‘muchos algo’ jaja- no va bien en tu vida.

La buena noticia es que nunca es tarde para detenerte, reflexionar y abrazar la crisis.

Espero de corazón que lo que he escrito te haya servido para reflexionar y ojalá para crecer en consciencia.

¡Nos leemos en el siguiente post!

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